De compras

De estos dos últimos meses trabajados quedan la satisfacción de haber crecido como persona (algo bueno tenía que tener que fuese mi primer trabajo serio),la amistad con una chica estupenda a la que quiero un montón y un buen dinero en mi cuenta corriente.Tengo que reconocerlo,pagar pagaban bien y con una puntualidad admirable (esperemos que me tengan preparado el cheque de la liquidación con la misma rapidez...).

Así que ahora puedo hacer unas cuantas cosas más de las que tenía en la lista.Por ejemplo,puedo tener la tranquilidad de salir una noche de fiesta sin tener que pedir dinero en casa o encapricharme de unos pantalones,por ejemplo,y comprarlos sin más.Así que como va llegando el invierno (¿habrá algún post de este blog en el que no haya hecho referencia a ello?) toca guardar la ropa de verano y sacar,como no,la de invierno.También es el momento de ir comprando esas cosas que necesitas para afrontar estos meses,en mi caso unas cuantas.Así que esta mañana he cogido mi visa (hacía tiempo que no le daba una alegría a la pobre) y a mi madre y nos hemos ido de compras.Puede parecer raro que a mis 19 años me siga yendo a comprarme ropa con mi madre,pero tengo muy buena relación con ella y sé que puedo contar con una opinión sincera.No es lo mismo que irse con las amigas,pero no todas están disponibles un sábado por la mañana,hay que entenderlo.

El caso es que he salido muy contenta de mi día a lo Pretty woman.Nada más empezar la mañana me he encontrado de casualidad con unas botas preciosas y baratísimas.Llevo como dos semanas tanteando el precio de las botas (todas a partir de 50 euros en el Plenilunio,centro comercial cercano,o en Madrid) y esta mañana me encuentro con lo que andaba buscando y además muy baratas,así que han sido mi primera compra,y además inesperada.Después y tras recorrerme el Primark del Corredor han caído dos jerséis y cinco pares de calcetines.Y ya por la tarde,cuando andaba desesperada después de toda la mañana buscando vaqueros medianamente normales,he encontrado unos bbb (buenos,bonitos y baratos,of course) en el Bershka.Quién me iba a decir a mí que iba a mirar en el Bershka como última opción e iba a encontrar lo que buscaba.Todo un hito histórico.

Y no,no buscaba algo demasiado raro...simplemente unos pantalones vaqueros que no fueran pitillos.La dificultad estaba en que ninguna talla subía de la 38,como mucho la 38,y yo uso normalmente la 40 o incluso 42 dependiendo de la marca.Y sin ningún complejo además,me veo estupenda con mi talla 40,pero los señores que tallan la ropa no deben pensar lo mismo,porque ninguno de esos vaqueros me entraba.De hecho,dudo que ni siquiera pudiese entrar la barbie en ellos,pero en fin.Al final me he salido con la mía,tengo mis pantalones anchos,pero me parece muy cruel jugar así con la gente.Hay muchas chicas que no caben en una 36,y no por ello son menos guapas,ni están gordas.Pero cuando alguien en su peso según el criterio médico tiene que recorrerse más de 20 tiendas y no cabe en ningún pantalón es que algo falla.Afortundamente si algo me sobra a mí es personalidad,y no voy a intentar entrar en una 36 por mucho que sea lo que se lleve.